Escuchas la palabra “marco” y piensas en la que fuera moneda oficial alemana desde mediados de los años cuarenta hasta finales de los noventa cuando se instauró el euro.
¿Pero quién piensa en eso hoy en día?
La palabra te acerca entonces, tal vez, a un recuerdo más personal y piensas en ese niño de la escuela, Marco (a veces Marcos, y claro, con mayúscula).
Eventualmente te remite a cosas más teóricas como el tratamiento y presentación de investigaciones en cualquier área del conocimiento conocido como marco conceptual. Pero muy probablemente piensas simplemente en lo que tienes más a mano, como lo es esa parte rígida que rodea tus cuadros favoritos o que sostiene tus ventanas y puertas en casa.
Y esa es una palabra clave: sostener. Sí, también marcar y enmarcar.
Marco de lengua
Con este subtítulo podría pensarse metafóricamente en los labios ya que son los encargados de enmarcar y sostener los elementos de nuestra boca. Te hago toda esta introducción porque así aprendemos en Spanisch-hoy. Jugamos con las palabras, con sus contextos y creamos relaciones personales con ellas. Pero en realidad de lo que quiero hablarte hoy es del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER) que fue aprobado en 2001por el Consejo de Europa (publicado en 2002 en español por el Instituto Cervantes) y actualizado por la misma institución en 2020 (publicado en 2021 en español por el Instituto Cervantes).
La semilla intencionada de este documento se siembra en 1991 en una reunión de Estados miembro en Suiza. Se trata de un documento cuyo objetivo principal es el de facilitar la comunicación entre alumnos, profesores, evaluadores, responsables y certificadores de cursos de lengua en el rico contexto europeo caracterizado por el plurilingüismo y pluriculturalismo. Años antes ya se venía planteando el paso a un enfoque más comunicativo en la enseñanza de lenguas.
Como la de todo marco, su función principal es contener, delimitar, acoger, acotar, guiar, delinear. Constituye una base organizadora común como punto de partida para todos los que aprendemos, enseñamos o evaluamos una lengua. Y es que su nombre completo lo indica: Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza y evaluación. Es la guía para elaborar programas, contenidos curriculares, exámenes y criterios de evaluación, manuales y materiales de enseñanza. Así, lo que hace es facilitar la comunicación entre la comunidad de enseñanza y aprendizaje de lenguas en Europa. Promoviendo y apoyando la movilidad estudiantil y profesional. Es como el libro rojo, ese de consulta que siempre invita a la reflexión y revisión de prácticas. Como un hilo conductor que nos sostiene mientras recorremos el gran campo de enseñar y aprender, en este caso, español como lengua extranjera (ELE). Es de reconocimiento internacional y sirve para describir el dominio de una lengua. Los expertos que participaron en la elaboración de este documento provenían de los cuarenta y un estados miembros del Consejo de Europa. Sobre los niveles que se manejan te cuento en la entrada de este blog titulada “Niveles de lengua”.